El pasado 12 de enero fui por primera vez a ver un partido al Camp Nou. Os puedo asegurar que es una de las máximas ilusiones que tenia en mi cabeza desde hace mucho tiempo. Es más, deseaba ir al Camp Nou. Lo primero que os puedo contar de él es que da hasta vértigo ver a la alfombra verde (mi hermano y yo estábamos situados en el Gol Sur en la parte de arriba). Estaba detrás de una de las porterías vamos. Es espectacular el campo: el césped, la alineación de asientos rojo y azul que hay, los vídeomarcadores,etc. Entramos casi 1 hora y media antes del inicio del partido para tomar asiento y hacernos algunas fotos. Durante ese tiempo pudimos enchufarnos al Carrusel Deportivo y ver como iba viniendo gente. Para empezar fueron llegando los aficionados del Murcia (pimentoneros). Estaban tan contentos como nosotros de estar en este gran escenario y además se pusieron a gritar a los demás aficionados del Murcia que estaban repartidos por el campo. Más tarde, comenzaron a calentar los jugadores y ellos animaron con efusividad a su equipo pese al frío que hacía esa noche en la ciudad condal. Ver el calentamiento de un equipo de primera división es muy especial. Puede parecer algo normal, pero ver a tu equipo favorito calentar encima del campo por primera vez en tu vida es también interesante. Lo mejor del calentamiento era ver como Eto'o animaba a sus compañeros.
El partido empezó un poco frío para el Barcelona pero a la media hora Gudjohnsen puso el primero en el luminoso. Control del Barcelona ante un Murcia que apenas aguantó 20 minutos el ritmo del Barcelona. La segunda parte comenzó con más ritmo. Nada más empezar, Baiano pudo empatar el partido pero se encontró a un gran Víctor Valdés.Y a la siguiente jugada Bojan puso el 2-0 que ya mataba a un inofensivo Murcia. A partir de ahí, Henry dio un festival de velocidad con y sin balón en la banda izquierda, Bojan se gustó en la banda derecha y Eto'o no se acababa de encontrar durante el partido...hasta que consiguió marcar 2 goles en los últimos minutos y se despidió ante una gran ovación de los aficionados. 4-0 fue un bonito marcador para el juego demostrado por los de Rijkaard y de esa manera continuaban a la estela de un Madrid que no falla.